Pero no pudo ser, no pudimos verlo porque cuando llegamos ya era de noche y lo pasamos de largo sin darnos cuenta. Llegamos a la parte vieja de Corinto donde nos alojamos en un hotelito con mucho encanto (y ahora acabo de darme cuenta de que solo hay una foto del desayuno). Decidimos dejarlo para visitar al día siguiente, el canal.
Hicimos nuestra primera incursión con la cocina griega cenando en un restaurante poco transitado por turistas pero acompañados de diversos animalitos entre ellos un loro, tipo Nico muy divertido.
Nos gustó la comida. Muy diferente a los sabores que estamos acostumbrados pero muy muy rica. Queso a la plancha, calabacín relleno, una lasaña de macarrones con carne y de postre crema de queso con miel y tarta de chocolate.
El templo de Apolo estaba cerquita y subimos a verlo de noche, fue chulo, pero estábamos cansados del viaje y nos fuimos a dormir.
El desayuno nos sorprendió, y nos sació para afrontar el día que se nos presentaba. Recorrimos a pie la zona antigua de Corinto sin entrar en sus ruinas y templo de Apolo ya que desde fuera se veía perfecto y salimos hacia el canal de Corinto.
Justo al llegar un barco grande estaba terminando de cruzarlo pero no nos dió tiempo a sacarle foto, es increíble como un barco grande cabe por ahí, parece que se vaya a quedar incrustado en sus paredes.
Visto el canal, tomamos rumbo a Nemea, zona vinícola por excelencia y el objetivo evidentemente fue visitar una bodega. No resultó nada fácil porque no teníamos reserva, pero se nos alinearon los astros junto con los dioses del Olimpo y en el último intento telefónico por conseguir una visita nos dijeron que sí. Fue todo un acierto, era una bodega pequeña y familiar, BARAFAKAS Winery, y a parte de la visita a la bodega, nos ofrecieron una degustación de 3 caldos distintos, elegimos un vino blanco y 2 tintos que nos sorprendieron muy gratamente.
Nemea es famosa también por uno de los primeros trabajos que el rey de Micenas, Euristeo, solicitó a Hércules que fue exterminar al fiero león que asolaba la región de Nemea. Tras matarlo, abalanzándose sobre él y asfixiándolo con los brazos, Hércules lo despellejó y se vistió con su piel, utilizándola como talismán protector.
No hay foto posible porque la estatua se halla en Madrid, toma chasco....
Nuestra siguiente parada fue Micenas, donde se halla en lo alto de una colina el palacio de los reyes micénicos, entre ellos Agamenon, que fue el rey que lideró el ejército griego en la famosa guerra de Troya.
En la entrada del palacio se encuentra la puerta de los leones, actualmente es la puerta mas antigua con relieve que se encuentra en Europa.
Después de la visita, fuimos hacia Nauplia, pueblo costero, donde nos alojamos, Ya de noche, dinos un paseo por el puerto, cenita, paseíto y a dormir, que estábamos muertos.
Qué chuliiii. Se me ha hecho corto. Quiero más!!!!! Las fotos muy bonitas
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