Hace ya muchos años me hizo un regalo muy especial. Un pañuelo bordado con una puntilla de ganchillo finísimo y lo guardo como un gran tesoro. Tanto que lo enmarqué para poder lucirlo y de paso que no se estropee.
Lo llevé envolviendo el ramo de novia el día que me casé, y llamó la atención ya que ensalzó el ramo, convirtiéndolo en especial.
A ver si "encuentro" alguna foto de aquel día y os enseño como quedó, mientras tanto, lo vereis como está ahora.
Toda una artistaza, sí señor. Y aquí está, de pal palo tal astilla. La astilla mayor, porque lo que es la pequeña, osease yo, inutil total.....
ResponderEliminarjajajaja, eso se lleva en los genes, jaja, lo que pasa es que tú todavía no te has puesto, y yo sí.
ResponderEliminarAsí que ya sabes .....