martes, 21 de mayo de 2024

MARRUECOS. DESIERTO DEL SAHARA (MERZOUGA) DIA 3




Salimos de Zagora sobre las 11 de la mañana, rumbo a Merzouga, nos esperan 4 horas por delante de conducción y nos dicen que nos esperan para las 16,00 horas, por lo que tenemos que ir sin entretenernos mucho.

Nos despedimos de Omar, nuestro anfitrión en Zagora, un chico muy majo que nos repite todo el rato que "la prisa mata", ante cualquier cosa que le dijéramos, "la pachorra remata", y la que me hizo más gracia, "la vida es como una vaca, a veces te la leche, a veces te da mierda".


Pero la expresión "la prisa mata", la hemos oído cientos de veces, todo el mundo la dice.

Nos vamos de allí con muy buena sensación.

El paisaje desde Zagora a Merzouga es bastante desolador, sentirte en medio de la nada kmts y kmts sin ver nada, te hace sentir pequeñito. 




Después de muchos kilómetros, nos encontramos una señal de cuidado dromedarios, y fue curioso, tuvimos que parar el coche, porque vimos a dos dromedarios cruzar la carretera, nos pareció muy chulo,en medio de la nada. Luego vimos la señal de cuidado cabras, pero no se nos cruzó ninguna, una pena.





Llegamos al Riad Mamouche a las 15,07, contentas porque llegábamos a la hora prevista y nos dicen que hasta las 18,00 no salimos. Así que decidimos ir a comer a un chiringuito que había al lado, un tajín de tefta (son albondiguillas) y un shawarna para las dos.

Después aprovechamos para darnos un baño en la piscina del Riad, estuvo bien refrescarse un ratito para afrontar la tarde en el desierto del Sáhara, que es el objetivo de este viaje, aunque me sorprendió que el agua estuviese más bien fresquita, pero muy agradable.



A las 18,00 aparece Omar, el de Merzouga, y nos dice que nos lleva a unas dunas y nos dejará allí unas horas, hay que puntualizar que nosotras no queríamos montar en camello, mientras llevaba a una pareja con un niño de 2 años en dromedario y recogía a 5 chicos que estaban en quads. Nos miramos flipadas y le preguntamos que cuántas horas tenemos que estar en una duna, y se encoje de hombros.

Nos dice que podemos quedarnos en el riad hasta que vuelva a buscarnos, o que podemos estar 1 hora en quad, hasta que acaben los chicos. Es todo tan rápido,que no sabemos que hacer. Omar es muy impaciente y de repente no dice... Vosotras aburrís en duna, aburrís en Riad, aburrís en todo y flipamos. Decidimos que nos deje en las dunas y ya en el coche, al preguntarle si estaremos solas, nos dice que si queremos eso, nos lleva a unas dunas apartadas de la gente para nosotras solas y nos parece una idea estupenda.

Al quedarnos solas en el 4x4 con Omar para llevarnos a las dunas, empezó a ir a toda leche por ellas con el coche y fue como estar en una montaña rusa. De repente para el coche, nos bajamos y se va, y nos quedamos solas en el desierto, la arena sin pisar, silencio absoluto, las crestas de las dunas imponentes ante nosotras , nos emocionamos y nos quitamos las bambas para sentir la arena fina y caliente en nuestra piel, subimos a una, flipamos mucho. Intento hacer la croqueta, pero la arena me frena y buscamos una cresta para ver la puesta de sol.




Pisadas de algún animal del desierto




Nuestras pisadas



Fue un sueño cumplido, y el objetivo de este viaje con mi hermana.



Nada más ponerse el sol vemos el coche venir a buscarnos y nos lleva a otra zona que aún no se ha puesto el sol, y seguimos viéndolo, pero la magia ya se ha ido porque está todo petado de gente y de camellos esperando para volver al campamento. Entonces nos ofrece tirarnos por una duna con la tabla, y como solo hay una nos tiramos las dos, y claro, como no nos entraba bien el trasero, nos frenó la arena y el resultado fue un tanto patético pero muy muy divertido.




Y de ahí,nos llevaron al campamento, donde nos ofrecieron un té con frutos secos y galletas y tuvimos una interesante conversación con Omar sobre la situación del país y la dificultad que tiene para encontrar pareja porque es una zona donde apenas hay mujeres y él vive en el campamento.



Después disfrutamos de una suculenta cena, estaba todo muy rico y después alrededor de una hoguera, sonaron las timbas y los tambores, fue muy mágico, nos llevamos un recuerdo muy bonito.










Nuestra jaima era grande y muy cómoda y caímos rendidas en un profundo sueño recordando la experiencia vivida.













lunes, 20 de mayo de 2024

MARRUECOS. VALLE DEL DRAA. DIA 2

Nos hemos levantado sobre las 9, y nuestro primer desayuno ha sido espectacular, con vistas a la kasbah, mientras disfrutábamos del desayuno, planificamos más o menos nuestra ruta de hoy.








Para llegar al desierto hay varias rutas, y hemos decidido hacer una ruta circular, conociendo la zona más sur,  el Valle del Draa, con sus palmerales y su ruta de kasbahs. Una ruta de aproximadamente 3 horas de conducción.





Con un calor de justicia y bien provistas de agua, nos vamos en dirección a Agdz, por una carretera que cruza un desierto muy rocoso y no nos hemos podido resistir a parar cada dos por tres solo por ver el impresionante paisaje que teníamos delante.

Es curioso que estando solas en medio de la nada, disfrutando de las vistas, sin saber de dónde sale, nos aparece de repente un señor, ofreciéndose a hacernos una foto, y claro, nos rompe el encanto del momento y nos vamos de allí.

Llegamos a Agdz, y aparcamos en una plaza, al señor de la tienda de al lado le preguntamos si está bien aparcado el coche ahí, nos dice que si y nos pide, al decirle que éramos de Barcelona, si podemos traducirle al catalán un mensaje de felicitación de cumpleaños para un amigo suyo que vive allí. Entramos en su tienda y después de hacer lo que nos pide, nos invita a un té y estamos un buen rato hablando de diferentes  cosas, mientras intenta que le compremos dátiles o que le cambiemos medicinas por bisutería de su tienda, y una de las cosas que nos comenta es que vayamos a Zagora (nuestro destino) por la antigua carretera que atraviesa el Valle del Draa, es un desvío de unos 30 kms, y por ahí que vamos, realmente ha valido la pena, ha sido algo impresionante.

Agdz



Al fondo nuestro coche negro 



Cruzamos un río muy caudaloso y vamos pasando por palmerales impresionantes y pequeñas kasbah diseminadas aquí y allá y de repente vemos una kasbah muy grande, nos sorprende y decidimos parar a verla mejor,  vemos un cartel que dice que la puerta principal está a 400 mts, al acercarnos nos adelanta un chico hablando por teléfono, y cuando llegamos nos está esperando y aparece un señor vestido de bereber en moto, nos ofrece ver la kasbah por 20 dirhams (2euros) cada una (para seguir con la restauración de la kasbah) y la voluntad por la visita guiada, decimos que si y realmente es alucinante , nos cuenta que ahí se rodó la película de "Babel" de Brad Pit y Kate Blanchet y  alucinamos, se trata de la ksar Tamnougalt, nos lleva por la calle principal, habitaciones, la madraza, la zona bereber y la zona judía, impresionante, luego nos lleva por el palmeral de alrededor y tenemos una vistas increíbles, nos explica el cultivo y la forma de vida de esa gente. La kasbah tiene 400 años , actualmente viven 20 familias pero llegaron a vivir 1600 personas. Acaba la visita, y nos empieza a hablar de manera que no le entendemos nada y nos parece que nos está pidiendo 100 dirhams, intentamos regatear pero pasamos porque al final son 10 euros por una visita que nos ha maravillado, así que bien gastados está. 





Calle principal donde se grabó "Babel"


Sinagoga

Madrasa






La Yoli con el guía (Isham o algo así)

Es increíble que de una casualidad como ha sido dejar el coche aparcado en un sitio cualquiera, puede surgir la oportunidad de descubrir paisajes que te enamoran y de una ruta que en principio era de tránsito, se convierta en una experiencia fabulosa.

Llegamos a Zagora, ha sido divertido encontrar el riad, pues está dentro de la medina y no se puede acceder con el coche, aparcamos en una plaza y al adentrarnos en la medina, todo el mundo que nos cruzábamos iba señalándonos el camino y nos ha parecido cómico, debe ser el único alojamiento de la zona y ver dos guiris por ahí ... Obvio.




Con Omar, nuestro anfitrión ya hemos liado el alojamiento del desierto para el día siguiente, y creemos que a buen precio,mañana nos concretará los detalles para llegar. Así que va todo sobre ruedas.





Salimos a dar un paseo, con idea de cenar algo y en la calle principal por la que hemos llegado a Zagora, no hay nada abierto, estamos a punto de volver al Riad a cenar cuando vemos en Google que justo en la calle paralela está petado de bares, vamos para allí y un ambientazo en la calle tremendo, cenamos un par de pizzas y me pongo a acabar el post de ayer. La temperatura de la calle es calor pero se está bien, apetece no ir a casa pero decidimos ir a descansar, que mañana será un día duro... Por fin, el desierto nos espera.